¿Cuando comienza la Edad media?

sábado, 27 de octubre de 2007

El Cristianismo

BIZANCIO!!!

El Imperio Romano Helénico y Cristiano de la Edad Media

Dirección y diseño: Rolando Castillo.
NUEVO!!!

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LOS ORIGENES DEL CRISTIANISMO

En el Imperio Romano, durante el siglo III se vivía una crisis enorme, con guerras civiles constantes, invasiones de pueblos bárbaros, emperadores asesinados uno tras otro, y un pueblo que fue dejando de creer que ser romano era un privilegio, que perdió el orgullo de pertenecer a ese fantástico Imperio de Augusto, Trajano, Adriano y tantos otros hombres talentosos.

En el marco de esa crisis, también los Dioses fueron cayendo en desgracia, se fueron mezclando con ídolos orientales y otras religiones de pueblos vecinos, que en el marco de la total libertad de culto romana hacían crecer su influencia sobre un pueblo descreído.

Una de esas religiones, el cristianismo, iba aumentando poco a poco su caudal de seguidores, pero no sin sufrir de vez en cuando fuertes persecuciones, así como también edictos de los emperadores de turno que los obligaban a rendir culto a los paganos.



Cruz de procesión, siglo XI
El cristianismo no aceptaba otro Dios que no sea el suyo, por eso no pudo agregarse a las religiones romanas, ya que las excluía a todas, de la misma manera que lo hacía el judaísmo.

En 285 toma el poder Diocleciano, y allí se produce una de las más sangrientas persecuciones de la historia: el emperador pudo ver el peligro que representaba para el Imperio Romano tradicional la propagación de una religión tan distinta en su espíritu a las religiones clásicas.

Sin embargo, luego de la guerra civil que envolvió por muchos años a los tetrarcas, con las victorias de Constantino sobre Majencio, Maximiano y Licinio, el nuevo gobernante único de Roma se dio cuenta del poder que podría representar la nueva religión si se ponía de su lado, necesitado como estaba de asentar su gobierno con una sólida base.


Constantino no fue cristiano ni por un solo instante, y esto se deduce por sus acciones poco piadosas (venció a sus enemigos a sangre y fuego, ejecutando a quién le pudiera hacer sombra, como por ejemplo hizo con Licinio, y asesinó a su hijo y su esposa a sangre fría) y por el hecho de que si bien les dio a los cristianos libertad de culto (Edicto de Milán, 313), jamás prohibió un solo Dios pagano, ni persiguió a los que practicaban estos cultos.

Sin embargo sus intervenciones en el Concilio de Nicea, en 325, fueron de imponer la unidad de acción en el cristianismo, condenar la herejía del arrianismo, para que la religión fuera fuerte y unida, y oficializar el cristianismo que a partir de allí usaría toda la estructura del estado romano y acompañaría al emperador siempre en sus decisiones.

Constantino hizo del cristianismo un instrumento de poder en el cual se irían apoyando cada vez más los emperadores romanos, siguiendo su ejemplo.

Luego del breve paréntesis de Juliano el Apóstata (361-363), que restaurara el paganismo y persiguiera a los cristianos, pero por poco tiempo, ya que murió en campaña contra los persas, el cristianismo se verá aún más fortalecido que antes.

El 27 de Febrero de 380, el emperador Teodosio pronuncia un edicto que declara al cristianismo religión oficial del Imperio, con lo cual tenemos la verdadera fecha en la que se impone esta nueva religión.

Teodosio terminó de darle forma a esta inserción del cristianismo en Roma, dándole un poder enorme, ofreciéndole la estructura del estado a su servicio, y obteniendo el poder que le daba esta religión sobre su gente.


Cruz del siglo XII


Aquí termina de establecerse el cristianismo como religión oficial, apoyo del nuevo estado romano, que poco a poco iría evolucionando hasta alcanzar enorme influencia e importancia, que sería fundamental durante los mil años más de vida del Imperio Romano en oriente, o Imperio Bizantino.

Una de las costumbres que marcarán la importancia de la iglesia cristiana en el Imperio es la coronación del emperador por parte del patriarca, lo que da la tan buscada legitimidad, aunque el emperador sea un usurpador, siendo el primero en recibir dicha coronación León I, quién recibió la corona de manos del patriarca de Constantinopla en 457.
A pesar de ello, no se puede hablar de un rápido asentamiento de la religión cristiana en Roma, porque primero, no debían ser la mayoría cuando el gobierno de Constantino, y ni siquiera en el de Teodosio, ya que las decisiones que tomaron a favor de los obispos estos emperadores obedecían a factores de poder y no de popularidad, y no se puede negar que el paganismo subsistió al menos hasta 529, cuando Justiniano mandó cerrar la Escuela de Filosofía de Atenas.

Esta fue la forma, contada muy a grandes rasgos, en que el cristianismo se fue imponiendo en Roma hasta ser la religión oficial, pero luego tuvo que luchar contra las interminables herejías, arrianismo, nestorianismo, monofisismo, etc, que veían la doctrina de manera más simple que la complicada y protocolar ortodoxia, y que por ello se convertían en un peligro al ser aceptados fácilmente por las masas mas humildes, especialmente entre los campesinos y el ejército, y en las provincias de Siria y Egipto, triunfando la ortodoxia en las ciudades grandes, especialmente en Constantinopla, Tesalónica y las ciudades de Asia Menor, Trebizonda, Efeso, Mileto, Nicea, Nicomedia, etc.

Una vez superadas las primeras herejías, la herida provocada por el cisma monofisita no pudo ser cerrada nunca, siendo una de las causas de la pérdida de Siria, Palestina y Egipto a manos del Islam, que se ganó a la población poco a poco con su libertad de cultos.



Icono de Cristo Pantocrátor
La ortodoxia religiosa, representada por el patriarca de Constantinopla, con su intransigencia respecto a los aspectos doctrinales más sutiles, al mismo tiempo que se consolidaba en el nuevo Imperio también fue la causa de innumerables problemas con la Iglesia de Roma, que recorrió caminos distintos de la mano de Papa, con un poder en principio muy deteriorado por las invasiones bárbaras, pero que con los siglos fue creciendo y se transformó en una fuente de graves problemas para el Imperio Bizantino, con los cismas del siglo IX, en la época de Focio, y en el siglo XI, en la época de Miguel Cerulario, en 1054.

La pugna por el poder fue ganada por Roma con la victoria de los latinos de la cuarta cruzada (desviada por los venecianos a Constantinopla en 1204, y luego con la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, que redujeron a los ortodoxos enormemente, pero la ortodoxia siguió su camino hasta el día de hoy, y fue una influencia enorme para pueblos como Serbia, Bulgaria, Armenia, Rusia, y muchos otros.


R. C.

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