Con la ayuda de los generales Belisario y Narsés, Justiniano se apoderó del reino de los vándalos del norte de África, de Córcega, de Cerdeña y de las islas Baleares, venció a los ostrogodos y reconquistó Italia, y ocupó el sudeste del reino de los visigodos, en España.
Con la conquista de esos territorios, volvió a renacer en el ámbito mediterráneo la idea de universalidad del Imperio.
Poco tiempo después de la muerte de Justiniano, los bizantinos perdieron los territorios conquistados en Europa occidental. Los lombardos (otro pueblo germano) invadieron el norte de Italia, los visigodos recuperaron España y, por la frontera del Danubio, los eslavos penetraron en la península balcánica. En los siglos siguientes, otos pueblos fueron ocupando los territorios imperiales: los árabes, los ávaros, los búlgaros y, finalmente los turcos.
La amenaza y las constantes invasiones por parte de diferentes pueblos atraídos por las riquezas o por el deseo de dominar la circulación en el Mediterráneo, fue privando a Bizancio de regiones que proveían al imperio de materias primas, como es el caso de Asia Menor, su principal fuente cerealera y lugar de reclutamiento de las tropas. Sin embargo a pesar del caos político y del debilitamiento económico, el Imperio Romano de Oriente se mantuvo hasta 1453.
¿Cuando comienza la Edad media?
martes, 13 de noviembre de 2007
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