Carlomagno dividió el territorio en marcas y condados:
Marcas: territorios defensivos localizados en las fronteras del Imperio. Estaban gobernadas por duques o marqueses, que tenían el mando de un ejército. Las marcas eran la Marca Hispánica, la Marca Sajona, la Marca Bretona, la Marca Lombarda y la Marca Ávara.
Condados: zonas gobernadas por condes, que nombraba el rey y les otorgaba poder militar, administrativo y judicial. Todo lo que no eran marcas eran condados, correspondiendo a toda la zona no fronteriza del imperio.
El máximo poder del Imperio residía en el emperador, que tenía poder para convocar las armas, administrar justicia y designar a los nobles que gobernaban los territorios.
Los inspectores de palacio o missi dominici eran los encargados de que los marqueses y los condes gobernaran según las directrices del Emperador. Para ello acudían en parejas a los territorios a comprobar el cumplimiento de las leyes.
El palacio o corte era el núcleo de la Administración y estaba dirigido por un chambelán, sucesor del cargo de mayordomo de palacio. A su cargo estaban el copero, responsable de la bodega; el mariscal, responsable de la caballería y el establo; y el senescal, responsable de los asuntos de la corte. Las otras instituciones de la Administración eran la cancillería, que dirigía los asuntos civiles y eclesiásticos, así como el tribunal palatino, que aplicaba las leyes a los habitantes del Imperio
¿Cuando comienza la Edad media?
martes, 13 de noviembre de 2007
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